Este fragmento de hormigón armado, estratégicamente situado en una de las salidas de Fuenlabrada al campo, es el primer lugar que hay que visitar para sacralizar el agua, elemento sagrado e indispensable para la naturaleza y el paseante. Un resto de obra, arrojado de manera irresponsable e inconsciente por algún desaprensivo convertido en un lugar de culto donde reflexionar acerca del respeto que le debemos a la naturaleza y sus elementos.
S:5
Opiniones
Lydia Cotallo
Solo tres átomos. Dos de hidrógeno y uno de oxígeno. Vida.
Antonio Díez
Este fragmento de hormigón armado, estratégicamente situado en una de las salidas de Fuenlabrada al campo, es el primer lugar que hay que visitar para sacralizar el agua, elemento sagrado e indispensable para la naturaleza y el paseante. Un resto de obra, arrojado de manera irresponsable e inconsciente por algún desaprensivo convertido en un lugar de culto donde reflexionar acerca del respeto que le debemos a la naturaleza y sus elementos.
S:5
Lydia Cotallo
Solo tres átomos. Dos de hidrógeno y uno de oxígeno. Vida.
S:5
Dolores Fernández Villanueva
Sí
S:5