Las cervezas son variadas y vienen bien frías, lo que se agradece. Sin embargo otros años que fui solía haber música y esta vez parecia un poco tomarte una cerveza en el salón de casa con la tele de fondo. Te ponen un pinchito cada vez que pides algo así que ni tan mal.
3Opiniones
Vicente Vega Poves
ATENCIÓN PÉSIMA Y DEPLORABLE
El pasado mes de agosto mi mujer y yo fuimos a tomar algo a la barra. Como ella había estado la semana anterior y le gustó la atención de un chico joven y la tosta de salmón, me convenció que fuéramos.
Pero el chico no estaba y nos atendió una camarera con cara antipática (morena, vestida de negro y gafas), que de mala gana nos sirvió y nos dio de aperitivo un cuenco con frutos secos duros y grasientos.
Sobre las doce y cuarto mi mujer preguntó si podrían servirle otra bebida, pero se lo negaron por las restricciones de servir a partir de las cero horas.
Mi mujer se giró hacía mi y expresó su descontento con la situación. La camarera irrumpió en nuestra conversación, tras lo cual, mi mujer le dijo que no debe de meterse en las conversaciones privadas de los clientes.
Ésta, lejos de callarse, siguió replicando en voz alta y con sarcasmo. Al bochornoso espectáculo se unió la otra camarera. En vez de aplacar la situación, metió más leña al fuego.
Mi mujer, como es lógico, pidió las hojas de reclamaciones, tras lo cual la camarera llamó a la Policía para decir "que hay un cliente que quiere poner una reclamación" como si fuera ella la víctima y como si reclamar fuese un crimen. La Policía se presentó, esperó a que mi mujer terminara de rellenar la hoja y se la entregó a la camarera sin entender muy bien por qué la había llamado.
Llevamos años visitando bares y restaurantes, pero jamás hemos llegado a los extremos de pedir las hojas. Normalmente, si algo no nos gusta, no volvemos. Pero este caso fue surrealista e inaudito.
Tanto cumplen con las medidas anti Covid, que se ponen a la puerta del local a fumar las dos con mascarillas en plan bufanda, echando humo sobre los clientes de la terraza, y con las mismas manos, después de habérselas llevado a las bocas y sin lavárselas, a tocar objetos y atender.
Sitio nada recomendable por el trato y la higiene.
3Opiniones
Juan José García
Un sitio genial. Buenas cervezas y trato genial de todo el personal. La decoración es idónea para un bar irlandés. Gran ambiente, sin duda un sitio para repetir.
Musat o
Las cervezas son variadas y vienen bien frías, lo que se agradece. Sin embargo otros años que fui solía haber música y esta vez parecia un poco tomarte una cerveza en el salón de casa con la tele de fondo. Te ponen un pinchito cada vez que pides algo así que ni tan mal.
Vicente Vega Poves
ATENCIÓN PÉSIMA Y DEPLORABLE El pasado mes de agosto mi mujer y yo fuimos a tomar algo a la barra. Como ella había estado la semana anterior y le gustó la atención de un chico joven y la tosta de salmón, me convenció que fuéramos. Pero el chico no estaba y nos atendió una camarera con cara antipática (morena, vestida de negro y gafas), que de mala gana nos sirvió y nos dio de aperitivo un cuenco con frutos secos duros y grasientos. Sobre las doce y cuarto mi mujer preguntó si podrían servirle otra bebida, pero se lo negaron por las restricciones de servir a partir de las cero horas. Mi mujer se giró hacía mi y expresó su descontento con la situación. La camarera irrumpió en nuestra conversación, tras lo cual, mi mujer le dijo que no debe de meterse en las conversaciones privadas de los clientes. Ésta, lejos de callarse, siguió replicando en voz alta y con sarcasmo. Al bochornoso espectáculo se unió la otra camarera. En vez de aplacar la situación, metió más leña al fuego. Mi mujer, como es lógico, pidió las hojas de reclamaciones, tras lo cual la camarera llamó a la Policía para decir "que hay un cliente que quiere poner una reclamación" como si fuera ella la víctima y como si reclamar fuese un crimen. La Policía se presentó, esperó a que mi mujer terminara de rellenar la hoja y se la entregó a la camarera sin entender muy bien por qué la había llamado. Llevamos años visitando bares y restaurantes, pero jamás hemos llegado a los extremos de pedir las hojas. Normalmente, si algo no nos gusta, no volvemos. Pero este caso fue surrealista e inaudito. Tanto cumplen con las medidas anti Covid, que se ponen a la puerta del local a fumar las dos con mascarillas en plan bufanda, echando humo sobre los clientes de la terraza, y con las mismas manos, después de habérselas llevado a las bocas y sin lavárselas, a tocar objetos y atender. Sitio nada recomendable por el trato y la higiene.
Juan José García
Un sitio genial. Buenas cervezas y trato genial de todo el personal. La decoración es idónea para un bar irlandés. Gran ambiente, sin duda un sitio para repetir.